domingo, 26 de junio de 2011

Entendiendo la crisis.


 Para entender como hemos llegado a la crisis actual vamos a analizar un negocio imaginario.

 Antonio tiene un bar. Para ganar clientes decide ofrecer consumiciones a crédito, con la condición de que el cliente haga un primer pago de 10€ y firme un reconocimiento de la deuda cada vez que consuma.

 La noticia corre de boca en boca y el bar de Antonio gana muchos clientes. Es el momento de subir los precios.

 Los clientes siguen aumentando; ahora Antonio hace compras muy grandes, a muy buen precio y decide ampliar el negocio; pero necesita dinero.

 Al lado de su bar hay un banco. Le presenta los miles de deudas reconocidas que le han firmado sus clientes y los libros de ingresos y gastos que muestran un envidiable margen de beneficios. Al banco le parecen garantías suficientes y le concede el crédito.

 Antonio hace la ampliación y, para pagarla, sube un poco más los precios. Puede que pierda algún cliente antiguo, pero está atrayendo a muchos clientes nuevos cada día.

 El banco que ha dado el crédito a Antonio, para no asumir la totalidad del riesgo, ha emitido bonos-bebida que han adquirido, entre otros, el proveedor que le suministra a Antonio la cerveza.

 La mayoría de los bares que eran la competencia de Antonio han tenido que cerrar por falta de clientes.

 Después de un tiempo, casi todos los clientes potenciales de Antonio ya han sido captados. Los 10€ que paga cada cliente nuevo ya no cubren los gastos corrientes y Antonio va al banco a pedir un nuevo crédito.

 El banco decide reclamar a los clientes de Antonio el abono de los pagarés que han firmado; pero estos, ante la facilidad del crédito, se han endeudado demasiado y no pueden pagar. Privado de crédito, Antonio tiene que cerrar.

 El banco intenta vender una gran cantidad de bonos-bebida que aún tiene en su poder, pero la noticia de que no valen nada ya se ha extendido; son bonos-basura.

 El proveedor de cerveza de Antonio también tiene que cerrar; sus ventas han caído en picado y el banco no se hace cargo de los bonos-bebida que le compró. Arruinado, decide denunciar al banco.

 El banco no tiene liquidez para hacer frente a sus responsabilidades; para salvarlo de la quiebra el estado crea un impuesto especial que pagarán también los abstemios.

4 comentarios:

  1. mas claro no se puede explicar, esto hay que difundirlo para que todos los españolitos lo entendamos.

    saludos

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  2. Lo que quería resaltar, el que dice lo que piensa, es que no hay un único culpable. Es culpable Antonio por haber dado a su negocio un enfoque equivocado; el banco, por no haber sabido valorar los riesgos y los clientes, por haber gastado más de lo que podían.
    Los que hacían las cosas bien, los otros bares y el proveedor de cerveza, padecen las consecuencias de las malas practicas y el estado remata el desaguisado creando un impuesto injusto.

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  3. entiendo tu planteamiento, pero, tambien entiendo que antonio no ha hecho mas que, digamos, aprovecharse de lo que las leyes permiten, y luego los bancos, o bien se han fiado de antonio, o tb le han consentido demasiado.

    a mi modesto entender, antonio se ha fiado de sus clientes,mal, pero tb mal, el banco fiarse de antonio, y mal las leyes, por no regular operaciones de ese tipo, consecuencia de ello, se ha inflado la burbuja hasta que ha explotado.

    asi lo veo yo, eso si, soy un completo ignorante en cuanto a economia se refiere, a no ser la domestica, que esa si la llevo bien.

    saludos estimado secundino

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  4. Un planteamiento cristalino y didáctico.
    Salir de la crisis sin saneamiento y sin lineas de crédito va a ser imposible.
    Nos espera un periodo churchilliano de sangre,sudor y lágrimas.
    Y sobre todo de recortes y apretarnos el cinturón al último agujero.

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