La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III…
… restaurada en 1942 por Franco, que la concedió a cinco personas. ¡En cuarenta años!.
Luego dirán que los gallegos no son tacaños.
Claro que Felipe González, andaluz desprendido, sólo entregó una. ¿Adivina a quién?.
Treinta y cuatro condecorados se lo deben a Ansar y, a ver…, treinta y dos a Zetapero, pero…, pero Trapacero todavía tiene algunas por repartir. ¿Hacemos una porra?.
Dije antes que Franco concedió cinco, pero la verdad es que la primera, en 1942, se la vendió al sultán de Marruecos, Jalifa Emir Muley Hasan Ben el Mehdi Ben Ismail, que soltó 20.000 pesetas (mas de un millón de euros de ahora) para los pobres de Madrid. ¡Este Paco!.
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Asnar se puso en mangas de camisa, hizo quinientas flexiones, un poco de dilatación y parió el Real Decreto 1051/2002:
“DISPOSICIÓN ADICIONAL ÚNICA. No incremento del gasto público.
La aprobación de este nuevo Reglamento no supondrá incremento alguno del gasto público”. Hasta aquí perfecto.
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“…podrá ser concedido el ingreso en la Orden con la categoría de Gran Cruz a los que fueran o hubieran sido Presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Ministros del Gobierno y otras altas autoridades del Estado…”. El invento se ha jodido.
No dice que se deba conceder, dice que “podrá ser concedido”; pero justamente en este punto, interviene la Ley de Murphi que postula que “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Ya tenemos aquí Aído.
Los políticos, al contrario que Groucho, siempre están dispuestos a pertenecer a cualquier club que los admita como socios. Pese al olor a podrido.
Por cierto, ¿me aceptó la porra?.
Pues Zepotero todavía tiene que sacar una hornada. Doraditos y crujientes saldrán Chaves, Trini… y, ¡faltaría más!, su adorada Leire Pajín.
No estoy seguro de que la expresión “este azote de intolerancia” que Vd. Emplea sea adecuado para la ministra ya que dos negaciones afirman. Si le parece podemos dejarlo en “zote de intolerancia”, con “Z” de Zetapé y si no le gusta que se lave con Zotal.
Ver artículo completo.
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La limosna para los pobres de Madrid era idea de Ahmed Belbachir Haskouri, mano derecha del jalifa. El jalifa nunca se involucro ni en la politica ni en la filantropia.
ResponderEliminarLa mano derecha del jalifa era mas como una "eminencia roja" en vez de "eminencia gris"
Ademas el jalifa no era sultan sino representante del sultan ya que gozaba de una autonomia procedente de la "Conferencia de Algeciras."
Correccion: Ademas el jalifa no era sultan sino representante autonomo del sultan ya que gozaba de una independencia procedente de la "Conferencia de Algeciras."
EliminarSu Alteza Imperial,este era el titulo que ostentaba el Jalifa, a parte de una excelente persona, no gestionaba ningun dinero,le subian fajos de billetes desde la Alta Comisaria,y comentaba que para que queria aquello, hacia que lo dejaran en una sala de palacio, que estaba abierta,nadie osaba tocar esos billetes. Estos servian para que los notables que visitaban al Jalifa(musulmanes), al tiempo de despedirse,les metiera un puñado en la capucha de la chilaba.
EliminarEl Jalifa no sabia leer ni escribir,ERA UN SEÑOR.
Curiosas circustancias le llevaron una vez que se independizo el Protectorado a ser Presidente del Banco de Marruecos
Interesante comentario, Pepe. Ahora creo que ya no quedan señores; al menos entre los altos cargos.
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