domingo, 25 de marzo de 2012

El zoo y la vida salvaje.


Los responsables de la granja se han comido, esnifado y follado el presupuesto. Ahora estamos en crisis y  para solucionar el problema, se sacrificarán algunos animales, se reducirán las raciones y se limitarán las visitas del veterinario. Eso si, la explotación ganadera seguirá llamándose Estado del Bienestar.

 Peor alimentados y atendidos los animales serán menos productivos, pero los nuevos responsables no parecen dispuestos a ordeñarlos menos, sino todo lo contrario.

 No quiero el pienso diario; me alimentaré de lo que sea capaz conseguir. Renuncio a la seguridad del establo; quiero campear por cualquier territorio que no esté ocupado. No acepto que sea el granjero, sino mi pareja quién decida la validez de mis genes. Rechazo a las ventajas de la granja, reniego del Estado del Bienestar y quiero volver a ser un animal libre.

 ¡Nadie tiene derecho a capturarme!.

martes, 13 de marzo de 2012

Ilusionados, esclavizados, empobrecidos… gracias por votar.



Usted no ha ganado las elecciones, las perdió Zapatero. Usted ha ganado la carrera de los 100 metros con un tiempo de 10 minutos. Podía haber ganado sin mentir, pero su naturaleza no lo permitía.

 Usted no se llama Cándido, se llama Mariano y todos los marianos sabían que Zapatero era mentiroso. Hasta los cándidos militantes del PSOE eran conscientes de que habría basura bajo la alfombra. Usted no era el jefe de la oposición, sino el primer discípulo de Zapatero; el equivalente de San Pedro o quizá de María Magdalena. Desde luego no era Santo Tomás.

 No me cuente la milonga de que tuvo que subir los impuestos cuando se vio sorprendido por un déficit 2,5 puntos superior al previsto; ya tenía pensado subirlos fueran las que fueran las cifras.

 Si ejerciéramos la democracia, si hubiera justicia, si fuéramos un país serio quienes lo votaron a usted por la promesa de que no les metería la mano en el bolsillo deberían poder retirarle el voto.

 La realidad es que usted ha incumplido un contrato con 45 millones de ciudadanos, demostrando que no es de izquierdas ni de derechas, sino de una siniestra clase política que procede de la escoria social.


No creo en usted, Sr. Rajoy y no me ilusiona su proyecto. Lo que se es que, cuando concluya su mandato, yo (todos los españoles) seré un poco más pobre y un poco menos libre. Solo espero no ser mucho más pobre y mucho menos libre.

¡Ah; Lina Morgan tenía mucha más gracia que usted!.